«A los hombres les gusta hablar de las mujeres. Así no tienen que hablar sobre sí mismos» (164). De esta forma tan ácida Virginie Despentes en Teoría King Kong nos pone ante el espejo de nuestro silencio sobre la identidad, orientación sexual y el género masculino. Tiene razón. Dejemos de hablar de ellas y empecemos a hablar de nosotros mismos.

Hablemos de lo que nos gusta, de lo que nos excita, de lo que nos atrae, de lo que nos erotiza, de lo que nos apasiona y de lo que nos pone cachondos. Ahora bien, sin complejos, sin prejuicios, sin miedo y con honestidad para saber quiénes somos en realidad. Hace unos años no me parecía necesario el activismo por la libertad y la igualdad desde el feminismo a la Teoría Queer. La realidad me ha demostrado que me equivocaba.

¿Por qué crear un blog sobre masculinidad alternativa? Porque aún se oyen cosas como: «Que se aclare. O le gusta la carne o le gusta el pescado». «Está perdida, no sabe lo que quiere». Porque mis seres queridos se sorprendieron cuando se lo dije. Porque me excité al ver un fragmento de porno gay y no se lo conté a nadie. Porque he soñado que follaba con hombres y me lo callé. Porque una de las mujeres más importantes de mi vida tuvo miedo de presentar a su novia a su familia. Porque aún se cometen agresiones que no se consideran de odio. Porque el 17 de Mayo es el día internacional contra la LGTBIfóbia. Porque me excité al ver el pegging en Deadpool y nunca me atreví a decirle a mi novia que me gustaría probarlo. Porque en los deportes masculinos en equipo es tabú. Porque debemos aprender a aceptar un NO por respuesta. Porque en 72 países sigue siendo delito y en 8 se sigue castigando con pena de muerte la homosexualidad. Porque entre heteros ver vídeos lésbicos es aceptable pero gays, no. Porque aún se piensa que pegar a una mujer es machista y no la violencia en sí. Porque aún hay quienes exigen mujeres depiladas cuando ellos no son capaces ni de pasarse un peine. Porque la heteronormatividad ahoga. Y simple y llanamente, perquè em venia de gust.

Para descubrir quiénes somos y quiénes queremos ser debemos pasar por una metamorfosis nietzschiana. Necesitamos que por nuestras vidas pase un león o leona que destruya nuestras creencias, miedos, valores inculcados y roles establecidos. Despentes lo expresa así: «No se trata de oponer las pequeñas ventajas de las mujeres a los pequeños derechos adquiridos de los hombres, sino de dinamitarlo todo» (169).

Pasada la etapa de deshacerse de aquello que nos enseñaron, toca llegar a la fase del niño. El que juega sin intención de dañar a nadie, con el simple impulso del amor y la pasión. Como dice Arkano en Único: «El miedo nada tiene que hacer frente al amor». Pues sí, así es. Mi primera relación sexual fue con un hombre…y me gustó, jugando simplemente sucedió.